Un ecosistema es una conjunción entre las especies de un espacio determinado y su ambiente abiótico. A través de dicha interacción surgen procesos como la depredación, la competencia, el parasitismo, entre otros. Las especies que interactúan en un mismo ecosistema dependen unas de otras, tal como podemos presenciarlo por medio de las cadenas tróficas, en donde la existencia de uno sería inexplicable sin la del otro. Así mismo dependen de su medio, el hábitat en donde se encuentran, al mantener contacto con éste se produce un flujo de materia y energía dentro del ecosistema.
Nuestro país, México, gracias a su beneficiosa ubicación geográfica y a su diverso relieve, tiene una gran diversidad de ecosistemas, que constituyen desde los bosques templados con su alta arbolea a los sistemas acuáticos más profundos, pasando por los áridos desiertos, los peligrados arrecifes de coral, entre otros.
A continuación, hacemos hincapié en algunos de los ecosistemas más importantes de nuestro país, que, como veremos en este mismo blog, es una país Megadiverso.
Bosque mesófilos de montaña:
También llamado bosque de neblina porque la mayor parte del año está inmerso en neblina o nubes bajas, con lluvias abundantes y vientos húmedos en las laderas con influencia del mar. El bosque húmedo de montaña se ubica en las regiones montañosas de México, sobre las vertientes donde inciden los vientos húmedos que provienen del mar y por lo general entre los 1,000 y 3,000 metros de altitud, se pueden observar zonas donde con una alta humedad, resultado de la existencia de lluvias durante casi todo el año, muchas veces debido a la condensación de las nubes, o cuando no se condensan, a su persistencia como niebla casi a nivel del suelo(Villaseñor, J. L. 2010).
Se localizan en cotas altitudinales por arriba de las comunidades tropicales de tierras bajas y por debajo de los bosques templados de las regiones montañosas. La combinación de altitud, humedad y temperatura propician la coexistencia entre su vegetación y su fauna, pues bien, también se sitúa en lugares en donde hay humedad todo el año, son ricos en materia orgánica y son muy someros e inclinados.
Se compone de árboles en varios estratos, de especies boreales y neotropicales, con gran cantidad de helechos y epífitas, encinos, pinos, entre otros.
Principalmente se encuentran en las partes altas de la Sierra Madre Oriental (Juárez), Sierra Norte de Chiapas, Sierra Madre del Sur (Guerrero y Oaxaca) y de Jalisco.
Como servicio ambiental, de este ecosistema se obtiene café y una captura de agua considerable. También proveen productos forestales como alimentos, medicinas, leña, maderas, fibras naturales y remedios medicinales.
Pastizales:
Los pastizales ocupan alrededor de 6% del territorio nacional. Los pastizales naturales, en donde el hombre no ha intervenido en su formación, ocupan en México grandes extensiones de la región occidental de la meseta del norte y parte de la mesta central, estados como Chihuahua, Sonora, Durando, Coahuila, Jalisco, Zacatecas, entre otros. Estos pueden encontrarse con un clima de templado a frío en regiones semiáridas.
Las plantas preponderantes en este ecosistema son las son gramíneas como el zacate o pasto (plantas muy resistentes a condiciones extremas).
Algunos arbolitos crecen intercalados en la alfombra de pasto, ya sea aisladamente o formando pequeños grupos que muchas veces se encuentran a la orilla de los ríos o estanques de agua. Estos árboles suelen ser extendidos y de poca altura.
Los pastizales se encuentran consistentemente en regiones que tienen una larga época seca durante el año, en las que el clima es desfavorable para los árboles que pueden formar bosques. En los pastizales podemos hallar animales como los perritos llaneros mexicanos, el bisonte, la zorra norteña, el búho llanero, el águila real, el tlacoyote, el berrendo, entre varios más.
Selva alta perennifolia:
La selva alta perennifolia, está compuesta de varios estratos y una de sus principales características es que la mayoría de su vegetación no pierde sus hojas en las temporadas secas.
Debido a su clima cálido-húmedo, es un ecosistema exuberante que abarca una escasa temporada árida. Así mismo, su temperatura es equilibrada, se mantiene entre los 20° C y los 26°C. Su flora la constituyen árboles hasta de 30 metros que conservan su follaje durante todo el año gracias al clima húmedo y lluvioso que rige el ecosistema.
En ella, abundan las lianas, las epífitas y palmas.
En nuestro país se distribuye por la región de la Huasteca, el sureste de San Luis Potosí, parte norte de Hidalgo y de Veracruz, hasta Campeche y Quintana Roo, abarcando porciones de Oaxaca, de Chiapas y de Tabasco. Por lo general en terrenos por debajo de los 1,200 metros sobre el nivel del mar.
Arrecifes coralinos:
Los arrecifes de coral son colonias formadas por pequeños animales llamados
pólipos.. Dentro del tejido del pólipo hay una población de algas que viven en asociación
simbiótica con el coral: el pólipo provee de protección a las algas y éstas, a su vez, proveen
de alimento y oxígeno al coral. A través de miles de años, los esqueletos de carbonato de
calcio de estos animales se convierten en formaciones duras pero quebradizas, de diversos
colores y de muchas formas. Los corales presentan poca resistencia ante el impacto
humano y tardan muchos años en recuperarse (crecen 30 mm anuales en promedio).
Aunque los corales suponen la mayor parte de la infraestructura y la masa de un arrecife de coral, los organismos más responsables en el crecimiento del arrecife contra el constante acoso de las olas oceánicas son las algas calcáreas, especies de alga roja.
Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más ricos y espectaculares del planeta. La
gran biodiversidad que se encuentra en ellos les ha ganado el sobrenombre de selvas del
mar. Entre las miles de especies que los forman y habitan, se encuentran representados
todos los grupos de organismos marinos existentes.
En México hay arrecifes coralinos en el Océano Pacífico, el Golfo de México y en
el Mar Caribe, en la Península de Yucatán. En esta última zona, el arrecife forma una
barrera discontinua de alrededor de mil kilómetros de longitud, que se prolonga hasta
Honduras, y que es considerada corno la segunda más grande del mundo, después de la
gran barrera de arrecifes de Australia. Actualmente, estos hermosos y ricos ecosistemas se
encuentran amenazados por la contaminación, la erosión del suelo, la sobre pesca, el turismo marino y por el cambio climático global (Greenpeace, 1998)
El mapa muestra las zonas en donde se concentran los arrecifes coralinos en México.
Manglares de México:
Los manglares son una formación vegetal leñosa, densa, arbórea o arbustiva de 1 a 30 metros de altura, compuesta de una o varias especies de mangle y con poca presencia de especies herbáceas y enredaderas. En México predominan cuatro especies de mangle (Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa, Avicennia germinans y Conocarpus erectus).
Los humedales costeros, en particular los manglares, brindan una gran variedad de servicios ambientales: son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de juveniles de crustáceos y alevines, por lo que sostienen gran parte de la producción pesquera, son utilizados como combustible (leña), poseen un alto valor estético y recreativo, actúan como sistemas naturales de control de inundaciones y como barreras contra huracanes e intrusión salina, controlan la erosión y protegen las costas, mejoran la calidad del agua al funcionar como filtro biológico, contribuyen en el mantenimiento de procesos naturales tales como respuestas a cambios en el nivel del mar, mantienen procesos de sedimentación y sirven de refugio de flora y fauna silvestre, entre otros.
Los humedales constituyen una supericie importante dentro del territorio nacional, entre ellos los manglares, ocupan un lugar privilegiado por la riqueza natural que encierran y los servicios ambientales que prestan. Su importante papel ecológico y económico ha sido reconocido internacionalmente. México, junto con Indonesia, Brasil, Nigeria y Australia es uno de los cinco países con mayor supericie de manglar (FAOa, FAOb, 2007).
Los manglares son formaciones vegetales en las que predominan distintas especies conocidas como mangles. Estos árboles o arbustos, poseen raíces aéreas respiratorias llamadas neumatóforos y tienen la particularidad de ser plantas resistentes a la salinidad del agua.
Los manglares se desarrollan en las planicies costeras de los trópicos húmedos, principalmente alrededor de esteros y lagunas costeras, cerca de las desembocaduras de ríos y arroyos. Los manglares son una transición entre los ecosistemas terrestres y los marinos. Existe una conectividad entre los manglares, los pastos marinos y los arrecifes de coral que permite el lujo entre las especies que viven en estos ecosistemas.
Literatura citada:
- Challenger, A., y J. Soberón. 2008. Los ecosistemas terrestres, en Capital natural de México, vol. I: Conocimiento actual de la biodiversidad. Conabio, México, pp. 87-108
- Villaseñor, J. L. 2010. El bosque húmedo de montaña en México y sus plantas vasculares . Catálogo florístico - taxonómico. (En preparación).
Cibergrafía:
- http://estepais.com/inicio/historicos/90/14_medioambiente_arrecifes_green-screen.pdf
- http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/156/tesoro-ecologico-en-riesgo-los-manglares-de-marismas-nacionales
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